Cuando la primera guerra mundial empieza en 1914, el imperio Austro-Húngaro, sus aliados y opositores vieron la necesidad de crear propaganda con muchas intenciones, como por ejemplo, reclutar gente o mostrarle al enemigo victorias, entre otras. Este fenómeno de publicidad y carteles para la guerra no se dio únicamente en la primera guerra mundial, sino también en la segunda y en algunas guerras civiles, como en España.
El diseño de los carteles de guerra se diferenciaba entre países, ya sean aliados u opositores. En las potencias principales, Alemania y Austro-Hungría predominaba el diseño antecedido a la secesión vienes. Una característica del diseño bélico de la época era la simplicidad que manejaban y la aparición de figuras que simbolizaban al enemigo derrotado. Es un claro ejemplo el cartel de la Octava Campaña de Empresito de guerra en 1917 de Julius Klinger en donde aparece un dragon de colores verde y negro que se encuentra atravesando un ocho rojo. Todo lo contrario pasaba en los países aliados, la propaganda grafica era más ilustrativa y menos simbólica. Los carteles británicos hacían un llamado a los valores, las tradiciones y el hogar. Uno de los más famosos carteles británicos es el realizado por Alfred Leete en 1915 para reclutamiento militar; en este aparece el secretario de guerra británico apuntando con el dedo índice al observador, en este decía “tu país te necesita.” Fue publicado originalmente en 1914, y ha sido inspiración para múltiples imitaciones. En el año que Estados Unidos estuvo involucrado en la guerra se dio a conocer el cartel que sería reconocido como uno de los más reproducidos en la historia, se trata de la versión estadounidense del originalmente cartel británico de reclutamiento militar. Este es un autorretrato de James Montgomery Flagg, en el cual aparece disfrazado de Tío Sam, pero este fue impreso cuando Norteamérica entra en la segunda guerra mundial.
El cartel de guerra desempeñaba varias funciones, como por ejemplo reclutar gente para las guerras, crear idolatría a líderes o figuras nacionales, ridiculizar al enemigo.
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