domingo, 6 de diciembre de 2009



El concepto de diseño de identidad, nace en primera instancia con el concepto de marca, en pleno auge de la edad moderna de la mano de la imprenta y la posibilidad de obtención de papel a precios económicos dándose una expansión de la propia materialidad del producto para llegar a la comunicación comercial escrita: Publicidad de empresa, anuncios de prensa.
Paralelo a esto la idea de producir objetos meramente funcionales y constructivos que creció a principios de siglo XX produjo grandes polémicas en contraste con la ornamentación y objetos decorativos que se venia dando por ese entonces, sin embargo favoreció a que escuelas como la Bauhaus enfoquen su estudio en sintetizar arte e industria y se produzcan los primeros acercamientos a lo que hoy conocemos como imagen corporativa, un ejemplo de esto es el proyecto de imagen corporativa AEG
que, en 1907, encargó a Peter Behrens (arquitecto) que le crease una identidad coherente y reconocible en edificios, productos y publicidad.
Aparir de aquí se gestaron otros importantes proyectos que han perdurado a través de los años como el logotipo de coca-cola de 1887 o la mascota de Michelin diseñada en 1910.


Después de la segunda guerra mundial surge el movimiento “Stalin” que unificaría lo constructivo y lo decorativo y que concebiría el diseño como una estética del producto propagando la idea de un valor agregado en este mismo y haciendo notar lo que el diseño podía hacer producir a la masa consumidora.
Hoy por hoy la idea de diseño de identidad, juega un papel esencial en el posicionamiento y la comunicación entre el usuario y producto que las corporaciones llegan a generar, en este sentido los diseñadores de hoy en día nos debemos dar a la tarea de presentar aparte de un logotipo, toda una serie de elementos que acompañen su identidad tales como una manual corporativo, papelería corporativa, vestimenta e indumentaria.

ANDRES ERASO andresrudeska@hotmail.com
ilustracion andres eras.

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